lunes, septiembre 06, 2004

Solo para argentinos (maduritos)

Cámpora estaba en sus últimos meses, en el exilio mexicano. Allí se reunían con diversos compatriotas exilados. "Una mañana la pequeña hija de Ulanosky abrió la puerta del ascensor y se topó abruptamente con el hombre aquel que había visto tantas veces por televisión.
- ¡Cámpora! - gritó la nena -. ¿Y Solano Lima? "
(de El presidente que no fue, de Miguel Bonasso)

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